La cifra de inscriptos y participantes en los 21 Km Axion de Buenos Aires ha sido tan grande en el 2015 que sin duda la confirma como la carrera más multitudinaria que se realiza en el país. 22.586 inscriptos es un número muy grande, más de diez mil por encima de lo que la misma carrera tenía hace cuatro años. Pero con un gran poder, deviene una gran responsabilidad. La organización no puede ser tan solo buena, ni muy buena, ni mayormente impecable. Debe ser impecable de punta a punta, perfecta, sin errores. Los imponderables siempre aparecen, pero hay cosas que deben tenerse en cuenta. Siempre habrá reclamos de los corredores, incluso en las mejores carreras. Algunos reclamos son disparatados, injustos, excesivamente sesgados y sin ningún asidero. Uno de los desafíos de la los organizadores es justamente diferenciar lo irrelevante de lo fundamental. Tanto en las notas que surjan en los días siguientes, como en los comentarios de los corredores, seguro habrá algún comentario constructivo o acertado. También es bueno escuchar a los entrenadores más experimentados y escuchar a las diferentes voces vinculadas con el running.

Desde los talles de las remeras –muchos no las usan, pero esto no quiere decir que no haya remeras SMALL de damas, por ejemplo, para quien no vaya el jueves- a la gran Expo media maratón, todo es parte del evento, aunque lo más importante sea la carrera. La expo ha sido verdaderamente espectacular. Hace poco estuve en Río de Janeiro, donde se corrían el maratón y la media maratón el mismo día y si embargo la expo no estaba tan bien como sí lo estaba la de los 21 Km de Buenos Aires.

Para el ritmo de los primeros quinientos corredores, la carrera suele ser mucho más cómoda que para los demás. Pero el grueso de la carrera son los que vienen mucho después que esos quinientos. Hay que hacer lo imposible por mejorar. En lo personal creo que casi todo salió bien, que lo relevante funcionó y que no faltó nada. Mi única queja seria es con respecto a la largada, la largada volvió a ser un caos. Un caos que puede y debe evitarse. La gente no respeta las reglas, eso está claro. Entonces hay que hacer que las respeten. La largada es clave y evitarle a los corredores un mal momento es parte de saber organizar una carrera. Se necesita, por la seguridad de todos, una partida ordenada, por tiempos, sin colados, sin personas que van a correr en más de dos horas y salen delante de los que tardan una hora y veinte minutos. No importa si Argentina es la capital mundial de hacer cualquier cosa y burlarse de las reglas, acá está la oportunidad de cambiar eso. Aunque haya que duplicar o triplicar las medidas, la salida debe ordenarse. La clasificación deberá ser por el tiempo del paso por debajo del arco de cada corredor a la salida y a la llegada. No debe haber otra clasificación, así se desalienta el argumento de los que no quieren retrasarse. Si todos respetamos nuestros tiempos, salimos muchísimo más rápido, además.

Una vez pasado esto, todo lo demás fue increíble. El clima ayudó, la gente estaba contenta, el recorrido es rápido y las subidas y bajadas fueron más disfrutadas que sufridas. La llegada, curiosamente, estaba muy ordenada, se podía correr bien hasta la meta. La mayoría de los que formaron parte de la organización lo hicieron de forma efectiva, en los puestos, en los cortes, en todo lo demás. Esta vez no estuve cerca de la carpa de prensa ni de los conductores del evento, preferí estar con mi familia –que también correr- y mi running team, CorrerAyuda, de Marcelo Perotti. En otro texto hablaré de mi experiencia personal. Acá simplemente cerraré el balance diciendo que estamos frente a una de las carreras más importantes del calendario Latinoamericano. El ganador en esta edición 2015 fue Matías Roth en la categoría masculina con un tiempo de 01:04:12 y en femenina ganó Rosa Godoy con 01:15:40. El año que viene, esperamos volver a disfrutar de esta gran carrera, y esperamos también que los organizadores redoblen el esfuerzo para conservar lo bueno y cambiar lo no tan bueno. Se puede y se debe seguir creciendo, no en número de inscriptos, sino en excelencia deportiva. Felicitaciones a todos los que participaron. Veteranos, novatos, viejos y jóvenes. A todos los que amamos correr.