La ciudad de Mendoza dio un paso al frente y realizó la primera carrera masiva de calle del país y, según declararon sus organizadores, de Sudamérica. Así como todo el mundo se vio revolucionado por la pandemia, el universo del running también vio alterada toda su estructura durante el 2020 y aun lo está en este primer trimestre del 2021. Para los cientos de miles que participamos de carreras en el país todos los años, el regreso se está produciendo de forma progresiva, empezando por las carreras más pequeñas y principalmente de Trail, es decir las que se realizan en la naturaleza. Todos los fines de semana hay un evento de esas características en Argentina.
Las carreras de calle son eventos deportivos para profesionales pero principalmente para aficionados. Hace ya varias décadas que el fenómeno ha estado creciendo en todo el planeta hasta el año pasado. En Estados Unidos, el país con más maratones en todo el mundo, se hicieron carreras pequeñas durante el 2020, pero las grandes quedaron todas suspendidas hasta el segundo semestre del 2021 y a la espera de la evolución de la situación. Argentina tuvo una cuarentena enorme y un conflicto inventado con los runners como palabra para resumir la actividad física al aire libre. Aunque eso ya pasó, el temor a retomar la actividad aun se siente.
La media maratón de Mendoza 2020 fue una de las primeras carreras en suspenderse y también una de las primeras en anunciar su realización para el 2021. El anuncio incluyo el aviso de cuidados especiales y un cupo limitado en las dos distancias que se dispusieron para la prueba: 21 Km como la carrera principal y 10 Km en la misma mañana pero en un horario distinto. Se acercaba la fecha y los organizadores confirmaron definitivamente el evento. La alegría de los corredores locales y los que viajaron desde diferentes puntos del país fue enorme. Los corredores sabemos que esto es un paso a la vez y que el más difícil es siempre el primero. Entonces la expectativa era grande y los ojos de todo el mundo runner argentino estaban ubicados en el evento.
La primera decisión fue entregar los kits en un espacio abierto. El clima ayuda y con barbijos puestos no generó inconveniente alguno. No son grandes diferencias las que hay entre una carrera adaptada a la pandemia y una normal. Retirar un kit con el número de corredor y la remera es para los corredores un momento de emoción siempre. También se puede estudiar el recorrido y prepararse mentalmente para el evento.
Las largadas estaban separadas. El primer turno era para los 21 Km, es decir la media maratón. Luego saldrían los 10 Km. Un número importante de los corredores eran los que habían diferido su inscripción del año anterior. Aunque había guardarropa, muchos pusieron su colaboración al ir sin nada para guardar a la largada. Todos usaban barbijo o buff (el cuello de tela que solemos usar los corredores para correr en invierno) antes de largar. Los corrales tenían un límite de cantidad de corredores y cuando ese número se completaba se cerraba el corral y se pasaba al siguiente. Quien haya visto una carrera sabrá que había mucha más distancia que la habitual.
Los corredores de elite, por supuesto, salían adelante. El nivel de la carrera era muy alto. Los profesionales también necesitaban una prueba después de tanto tiempo. Las carreras populares son el único deporte que permite esto, la convivencia de debutantes con profesionales y una larga lista de aficionados.
Quien haya estado en una largada sabe que la emoción es enorme. Si uno piensa en que para muchos era la primera carrera en un año, esa emoción se multiplica. Correr es mucho más que un hobby, correr es una forma de vida y las carreras son los espacios alrededor de los cuales un corredor arma su año. Correr es sano para la mente y el cuerpo. La actividad física al aire libre es salud. La largada de la media maratón nos encontró a todos conmovidos.
Los 21 Km de Mendoza no son fáciles. La ciudad tiene muchas subidas y bajadas y para quien no es local, el desnivel se siente. La mañana fue calurosa y húmeda, incluso por encima de lo esperado. La hidratación fue ordenada y el público, que nunca se agolpó, estuvo presente para alentar. Quienes no son de la ciudad pudieron disfrutar de un gran recorrido mientras avanzaban los kilómetros. Competir por primera vez en un año es un desafío que hay que enfrentar. Casi ninguno de los corredores una vez que empieza su vida de corredor pasa tanto tiempo sin competir.
Se puede estudiar una carrera por sus números, pero correrla es la manera de entenderla. Los números llegan después y son parte de la historia. Decíamos que había corredores de elite y sí, gran carrera de Antonio Poblete que se llevó el premio al primer puesto pero también al récord del circuito. Su marca fue de 01:04:26, algo admirable por todo lo que contamos hasta acá. Lo siguieron Martín Méndez y Fabián Manrique. En las mujeres hubo verdaderas figuras del atletismo: la ganadora fue Daiana Ocampo con una marca de 01:15:43, seguida por Rosa Godoy y Dahyana Juárez. Con condiciones tan duras, sin duda fue un regreso con gloria para todos. No fueron los únicos elite, ya que también participaron corredores como Luis Molina para sumar un total de veintisiete corredores de elite.
2500 corredores fue el número final de participantes y la organización estuvo impecable. Aunque todos sabemos que no fue exactamente igual a una carrera normal, se sintió bastante parecido a una. Es el primer paso que esperamos sigan otras ciudades y repitan en Mendoza. Aun no hubo un maratón de calle en Argentina desde el comienzo de la cuarentena en marzo del 2020. La Pampa anunció la suya pero con algunas restricciones. Mendoza tiene que confirmar fecha y habrá que ver que pasa con Rosario. Es toda una incógnita Buenos Aires. Las carreras son eventos deportivos, pero también son fuente de trabajo, movimiento económico y turismo. Su regreso importa a varios niveles.
Para cerrar, algo que cualquier corredor entiende. Cuando faltaba un kilómetro para alcanzar la llegada, los corredores ya escuchábamos la música y al locutor que animaba el evento. Esa sensación fantástica que no se parece a nada. El momento en el que el arco está cada vez más cerca. Esa emoción enorme que nos pone la piel de gallina. Correr siempre es emocionante pero volver a correr luego de un año es algo que nos hace humildes y nos vuelve agradecidos. Muchos recordaremos esta carrera más que muchas otras.