Cuando faltaban solo dos kilómetros para terminar la Terma Adventure Race La Aurora del Palmar, los corredores dejábamos atrás las vías abandonadas y entrábamos nuevamente a los senderos. A nuestra derecha primero y a nuestra izquierda después, largas filas de naranjos acompañaban nuestro andar. No pude evitar recordar la inmortal página de Virgilio y Homero Expósito “Naranjo en flor”. Asociación libre por los naranjos, pero también por esa frase de: “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento…” Yo venía con mi compañera María Paula Ren y pensaba en que “primero hay que saber sufrir, después correr…” porque las carreras tiene siempre una cuota de sufrimiento y lidiar con eso es parte de nuestra vida como corredores. Quien no pueda lidiar con el sufrimiento encontrará muy pronto un límite en su vida de corredor, el estancamiento llegará pronto. En los entrenamientos y en las carreras hay que esforzarse, exigirse, desear romper las barreras.
En este 2015 la Adventure Race fue inesperadamente calurosa. El año pasado fue fría, pero este año fue directamente una carrera de verano. Mientras desde Buenos Aires nos hablaban de un diluvio y los amigos que corrían los 42 Km de Rosario se enfrentaban a un calor y una humedad enormes, nosotros los que corríamos los 25 Km en Entre Ríos bajo los rayos de un sol que parecía de verano. La Aurora del Palmar es la más amable de las carreras del circuito Adventure Race. No tiene grandes trepadas, ni médanos, y con prudencia es una carrera perfecta para debutar en aventura. No es que se trate de una carrera fácil, pero volviendo al comienzo, no se trata de correr carreras fáciles, se trata de correr carreras posibles. Y esta es una carrera posible para empezar. Ya sea con postas de 8 Km o pasando por primera vez a una distancia larga, el circuito es impecable para desafiar al novato sin someterlo a una experiencia límite. Quienes tengan más experiencia, claro que podrán ir rápido y desafiarse de otra manera.
La carrera se desarrolla en uno de los lugares más emblemáticos de Entre Ríos: la Reserva Natural de La Aurora del Palmar, próxima al Parque Nacional. El recorrido incluye bañados, cañadones, caminos de arena, senderos en los palmares, campo traviesa, selva. Con un poco de barro, pero no demasiado, las vías del ferrocarril y algún pequeño puente para darle un encanto extra. La temperatura fue alta y hubo que hidratarse bien, no se podía ignorar el líquido en una carrera así. Los puestos de hidratación estuvieron muy bien. El agua estaba fría y había frutas, Gatorade y barras de cereal. Un premio aparte para los que pelaron cientos de mandarinas, fruta ideal para comer e hidratarse, todo un hallazgo.
Cuando las carreras son rápidas y de menos de treinta kilómetros, es una gran tentación correr sin mochila hidratadora. Yo corrí sin mochila, pero mi compañera la llevó. Ambas opciones, en este caso, eran válidas. Pero mi consejo es que todo corredor debutante debe correr con mochila sí o sí en estas carreras. A veces tres botellas en un cinturón no alcanzan y frente a la angustia de la sed, el debutante debe sentirse seguro llevando agua. Para los más experimentados, dependerá de la temperatura y la experiencia personal el elegir el uso de mochila. Si se corre en verano y la temperatura es muy alta, obviamente una mochila, aunque sea pequeña, es imprescindible.
El sol permitió que la fiesta fuera total. El sol ayuda muchísimo a que todos disfruten. La mencionada hidratación y la excelente atención de la gente de La Aurora del Palmar hicieron que a nadie le falte nada. La organización fue impecable, sin una sola fisura. En lo personal, mi equipo CorrerAyuda Correr para vivir, junto a mi amiga María Paula Ren, subió al podio. Cuarta carrera juntos, siempre un placer correr junto a ella. Tercer puesto en Mixtos. Cada carrera que pasa uno conoce más gente. Allí estaba Santiago Cisneros en la largada, también Carolina Rossi, Virginia Galvez, y todos los amigos del running team. Los que no corrían alentaban y otros sacaban fotos, como Roberto Pringles, que como si fuera fotógrafo oficial nos perseguía por todos lados para sacarnos fotos a los de CorrerAyuda principalmente. Pero como mi grupo y mi carrera, hay muchos grupos y muchas carreras. También estuvo presente Elisa Forti, claro, que ganó en su categoría. Y como siempre, pero siempre, hay miles de historias.
Cuando ya de noche volvíamos en el auto con Pedro y Luciana Espetxe y Gabriel Rositto, todavía recordando con alegría lo vivido durante el día, vemos a un corredor por Dorrego y Libertador yendo en dirección hacia Alcorta. Lo reconocimos enseguida, era Toni Gutierrez, de nuestro running team. Fue un gran momento, porque ahí iba Toni, ya de noche y bajo la lluvia, a hacer el entrenamiento que le tocaba hacer. Eso somos, corredores. Eso somos, enamorados del running. Hasta la próxima carrera, felicitaciones a todos los que hoy corrieron.