Cuando el maratonista norteamericano Dean Karnazes viajó a la Argentina en abril de este año para competir en la ultra maratón The North Face Endurance Challenge 2010 que se realizó en San Martín de Los Andes, trajo consigo su película Ultramarathon Man. Aunque en Argentina tal vez no era tan conocido –esta fue su primera visita- sus proezas sí eran tenidas en cuenta por los maratonistas. La película en cuestión narra la proeza que Karnazes realizó en el año 2006 cuando corrió 50 maratones, en 50 estados, en 50 días seguidos. Karnazes comenzó el 17 de septiembre en St. Louis y terminó el 5 de noviembre en el maratón de New York. Por razones obvias de logística, los maratones contaban con el apoyo de los organizadores de dicha carrera en cada estado, pero solo el de New York fue corrido por Dean en coincidencia con la carrera oficial. Este documental sigue a Dean, y las diferentes personas que corrieron en cada estado para acompañarlo. Desde momentos multitudinarios hasta una mujer que fue la única persona que lo acompañó en una de las 50 maratones. A su vez, otras secuencias nocturnas sirven para que él vaya narrando diferentes experiencias de su vida y su pasión por correr. Aquí están incluidas algunas anécdotas graciosas y otras más tristes, todas ellas finalmente motivo de inspiración y coraje. Si hay algo que Karnazes sin duda simboliza es justamente la inspiración. Para cualquier corredor, la película es muy emocionante, cada historia, cada momento tiene un gran valor. En 50 maratones hay de todo, incluyendo tormentas, vientos y hasta una caída terrible que pone en duda todo el plan de Karnazes en algún momento. El discurso de Dean es sencillo, directo, auténtico, sus actos respaldan sus ideas. La película no hace más que estar cerca de él y con eso alcanza. Dean es un personaje carismático y comprometido con sus proyectos. También la película demuestra que tiene una genética inusual, que sus condiciones no son las normales. De hecho cuando terminó su famoso desafío volvió corriendo hacia el Oeste hasta llegar en línea recta a St. Louis nuevamente, cosa que ocurrió el 15 de diciembre de ese año. Su figura es para muchos un modelo de vida activa, que huye del sedentarismo. Y más allá de lo que la película trasmita, igualmente se nota que el desafío fue duro. Cuando en una de las ciudades, bajo la lluvia, su equipo le pregunta sí está bien, él contesta lo que todo maratonista descubre tarde o temprano: “Esto se está volviendo un recuerdo para toda la vida, jamás olvidaré este momento”. Esa es la enseñanza del Ultramaratón Man, Dean Karnazes.