A Dean Karnazes se lo conoce como “el hombre más saludable del mundo”, sin embargo, al verlo, la primera impresión que se obtiene es que es el hombre más feliz. Su sonrisa y su buen humor fueron permanentes, tanto en el momento de esta entrevista como en el de su llegada luego de correr 80 Km en San Martín de Los Andes. Esta entrevista fue realizada en Buenos Aires en el año 2010.
De una genética única y nacido para correr, sus características físicas le han permitido hacer lo que nadie más hace en el mundo del maratón. Los especialistas, como el maratonista Bernardo Frau, coinciden en que “correr más de tres maratones al año compromete ya el rendimiento” y agrega “el solo intentar aproximarse a lo que él hace sería una locura para un atleta normal por serio que sea”. Entrenar para un maratón lleva alrededor de cinco meses y recuperarse por lo menos un mes. Sin embargo, Dean corre 25 ultramaratones por año –carreras de más de 42 Km 195 mts, que es la distancia de la maratón tradicional– y sus récords personales incluyen una legendaria epopeya de 50 maratones en 50 estados norteamericanos en 50 días seguidos, con la finalización del circuito en el mítico maratón de New York. Ha llegado a correr carreras de hasta 320 Km y los escenarios por donde ha corrido incluyen a la Antártida y al desierto de Atacama. Donde los demás arriesgarían su salud, Dean encuentra una cotidianeidad, corriendo un promedio de dos ultramaratones por mes, algo que todos los corredores saben es extremo y absurdo y para lo que sin duda Dean es un caso excepcional. Karnazes ha escrito libros que se volvieron best-seller y se ha hecho un documental sobre sus proezas. La marca The North Face lo tiene como su atleta estrella y el propio Dean colaboró en el diseño de las North Face Ultra 100, unas zapatillas que él usa para sus carreras. Es un experto motivador que viaja por el mundo transmitiendo su conocimiento y su experiencia como corredor. La revista Time lo consideró una de las “100 personas más influyentes” de Estados Unidos. Al presenciar la pasión y la convicción que transmite por correr no es difícil adivinar por qué.
En todo el mundo los corredores se han multiplicado como nunca antes en los últimos años. ¿Cuál cree usted que es el motivo por el cual tanta gente se dedica a correr carreras y ya no a sólo correr un rato?
Yo estoy muy a favor de este cambio. Creo que a nivel mundial, cuanta más gente corra, cuanta más gente disfrute de actividades al aire libre, será mejor para el planeta. Porque al valorar más el medio ambiente y se preocupan por preservarlo. También al correr se valora mucho más el agua limpia y el aire puro. Así que aliento a que más gente salga y comience a correr.
Además de estas cuestiones globales, también está el desarrollo personal de cada corredor. No sólo como corredor, sino como persona. ¿Usted como ve esto?
Sí, la lección que uno aprende de correr y de estos deportes de resistencia es el poder superar los obstáculos, aprender a lidiar con los desafíos, compromiso y dedicación. Y estas son lecciones que van mucho más allá de correr y que atañen a todos los órdenes de la vida.
En las carreras largas se llega a una forma de pureza de espíritu y mente.
Sí, por supuesto, y ese es el motivo por el cual corro. Amo ese estado. Los atletas de resistencia estamos todos conectados, nos identificamos los unos con los otros en todo el mundo porque compartimos esta experiencia en común, esta verdadera pasión.
¿A todos los que aún no se han acercado a probar esta experiencia de las carreras de resistencia, cual sería el consejo que usted le daría?
Lo primero es conseguir un buen par de zapatillas y luego inscribirse para correr una carrera.
¿Y cuáles serían las precauciones que deben tomar? Es claramente peligroso lanzarse a una ultramaratón sin estar preparado.
Lo mejor es comenzar anotándose en una carrera corta. Ser prudentes, correrla bien despacio y en el trayecto hablar con otros corredores y, sobretodo, escucharlos. Experimentar e intercambiar lo que los demás saben e ir buscando lo mejor para cada uno en cada caso. Porque a medida que uno se desarrolla como corredor, desarrolla una forma de correr que se vuelve única. Hay que encontrar la ropa y el equipo más beneficiosos para cada uno y el balance de entrenamiento que se adecue a cada cuerpo y estilo de vida. No hay dos personas iguales y no hay dos caminos idénticos.
Correr es en muchos aspectos una experiencia solitaria. Pero a la vez es una forma de conectar con otras personas. ¿Cómo se equilibra esta contradicción?
La mitad de lo que yo corro lo corro completamente solo. Me pongo una mochila de hidratación y salgo a correr durante horas. Y la otra mitad lo hago en grupo, compartiendo con otras personas la experiencia. Y disfruto de ambas cosas.
¿Cuántas horas corre por día?
En un buen día, de seis a ocho horas. Cuatro o cinco días a la semana. Corro desde las cuatro de la mañana, unos 40 kilómetros, es decir, una maratón. Después hago flexiones de brazos y abdominales. Y luego a la tarde hago diez o quince kilómetros entrenando la velocidad.
¿Y extraña cuando no corre? ¿Sí pasa dos días seguidos sin correr estás de mal humor, cómo suele ocurrirle a los corredores? ¿Hay algo de obsesivo compulsivo?
Si paso dos días seguidos sin correr… ¡Sí! Mal humor, claro. (risas) Sí, hay algo obsesivo, a cierto nivel. También es pasión, no hay que subestimar la pasión. Y hay algo obsesivo también. Los deportes en exterior me han permitido encaminar eso en una buena dirección. Conozco gente que tiene la misma personalidad que yo y al no poder encontrar una salida se han convertido en adictos a las drogas o el alcohol.
¿Cuántas carreras corre al año?
Veinticinco… demasiadas. Ultramaratones desde 50 Km a 200 Km. Y si no hay ninguna ultramaratón, corro una maratón para entrenarme. Los 42 Km 195 mts de la maratón es la distancia más corta que corro.
¿A qué edad empezaste a correr maratones?
Empecé a los treinta años, el día de mi cumpleaños. Hacia quince años que no corría, pero esa noche estaba en un bar festejando con unos amigos y de pronto sentí la necesidad de correr. Corrí 48 Kms y no me detuve más.
¿Por qué cree que las carreras de aventuras atraen mayormente a las personas de más de treinta años?
Creo que mentalmente es más importante. Después de los treinta, uno puede haber alcanzado ya cierto bienestar material, pero se necesita encontrar un significado. Y terminar una maratón posee un sentido que va más allá de lo material. Es un logro que llevás con vos por el resto de la vida.
¿Correr le cambió otros hábitos?
Correr me modificó todo. Mi dieta cambió para bien. Mi energía, también. Empecé a sentirme mucho mejor a diario. Mi mente está mucho más clara. Duermo mucho mejor. Como comida normal, orgánica y saludable, aportando más hidratos de carbono en la cercanía de una carrera. Jamás he tomado un suplemento dietario ni una pastilla para darme más fuerza. Y todo esto genera que pueda hacer mejor cualquier otra actividad o tarea.
Con su fama y su notoriedad viene acarreada también una gran responsabilidad. ¿Cómo lleva adelante esa responsabilidad de ser un modelo para muchas personas?
Trato de vivir siendo un ejemplo. Soy muy sincero con mi vida y no pretendo ser alguien que no soy. No soy una celebridad, soy como vos, un corredor. Así que corro y si la gente quiere correr conmigo, soy feliz. Y si les gusta la forma en que yo transformé mi vida, tal vez puedan hacer lo mismo que yo hago. No pretendo ser una inspiración, pero todos los días trato de ser una mejor persona.
¿En algún momento en alguna carrera sintió que las fuerzas se le agotaban? Si fue así: ¿Qué hizo para seguir?
Sí, muchas veces. Cuando me pasa eso trato de no pensar en la distancia que falta para la llegada. Sólo busco concentrarme en el presente, en el momento, doy un paso a la vez y pienso en dar lo mejor para el siguiente paso. Trato de estar en el presente, y atravieso ese momento bajo y alcanzo un momento alto.
Ese es un consejo que se puede extender a otros aspectos de la vida.
Sí, a cada aspecto. Correr impacta positivamente en cualquier persona que lo haga. No importa su condición ni cuánto corra. Yo creo que para muchos profesionales el poder correr una maratón es tan importante como cualquier otra meta de sus vidas.
¿De todas las numerosas carreras que corrió en su vida, cuál es la más importante o memorable que haya corrido?
Yo corrí en los siete continentes dos veces ya. Cientos de carreras. Crucé el desierto de Atacama, corrí en la Antártida… pero mi mejor carrera, mi favorita, es una carrera de 10 Km, una carrera muy corta, pero que la corrí junto con mi hija, de la mano, cuando ella cumplía diez años. Esa fue la mejor carrera.