Running for Good: The Fiona Oakes Documentary

La lista de documentales sobre corredores es inagotable. Los hay más ambiciosos o más humildes. Algunos son casi caseros y otros son espectacularmente profesionales. Pero nunca se agotan, nunca. En el caso de Running for Good: The Fiona Oakes Documentary conviven dos grandes documentales al mismo tiempo para una sola historia.

La película nos permite conocer al mismo tiempo a una corredora extraordinaria y una de las carreras más desafiantes del planeta.

 

Quien haya visto alguna imagen del Marathon des Sables en África, sabe que se trata de una carrera extrema. Es casi imposible no sentir eso, cada foto alcanza para ver su paisaje desértico con un sol abrumador. Pero la protagonista de la historia, Fiona Oakes, es presentada como una mujer de la campiña inglesa dedicada a su santuario de animales. Al agotador trabajo de cuidar ese lugar, ella le agrega una fuerte carga de kilómetros diarios. A su alrededor todo es verde, húmedo, lleno de criaturas a la que ella les dedica sus jornadas en un paisaje opuesto al de la carrera mencionada. El contraste es notable. La película la seguirá a ella en los 7 días y 250 kilómetros de la carrera que se realiza en Marruecos, en un desierto que destruye todas las fantasías triunfalistas de los corredores que no están correctamente preparados o tiene mala suerte en esas jornadas. Ambas cosas pueden suceder. No es una carrera para cualquiera.

 

Oakes es una corredora fuera de serie, con muchas victorias, podios y récords. Una máquina de correr. Con una genética privilegiada, pero con un cuerpo que ha tenido que pasar muchas veces por el quirófano en su adolescencia. En una de las operaciones se quedó sin rótula e increíblemente adaptó su forma de correr para convertirse años más tarde en maratonista y ultramaratonista.

 

Es posible que mucha información sobre Oakes haya quedado fuera de la no muy larga duración del documental. Solo algunas imágenes de Fiona en el Polo Norte y en la Antártida y otras competencias. Algo de material casero y buenos testimonios de expertos, incluyendo a Scott Jurek. Pero es una buena decisión, a veces menos, es más. El documental es exhaustivo en mostrar el Marathon des sables (Maratón de las Arenas en castellano) y como Oakes vive esa carrera. La lucha por completar una carrera donde cada corredor debe llevar su propio alimento y su bolsa de dormir a lo largo de una semana extrema. Conocemos mucho de ella en esos momentos. La película da tantas ganas de correr la carrera como de no hacerlo jamás. Es honesta en mostrar su belleza y también su condición de desafío límite.

 

En un momento de la película, la protagonista cuenta la importancia de ser vegana. Cuenta algún momento incómodo que tuvo que vivir hablando en televisión sobre ese tema, pero en general Oakes es sobria para tratar este tema. Es una convencida y su santuario para animales confirma lo valioso que es esto en su vida.

 

La suma de este gran personaje y esta carrera espectacular hace que Running for Good: The Fiona Oakes Documentary se sume a la lista de documentales de visión obligatoria para los amantes del running. La película está producida por Amazon Prime Video y uno de sus principales artífices es el gran actor James Cromwell, recordado por su rol de granjero bueno en Babe, el chanchito valiente.  La película tiene sus mensajes y sus ideas bien claros. Pero por encima de todo es uno de esos títulos que nos dan muchas ganas de salir a correr ya mismo.